jueves, 16 de junio de 2011

¿PERO QUÉ HERRAMIENTAS TECNOLÓGICAS SE TIENEN EN LAS AULAS?

     En las aulas de educación no encontramos un verdadero desarrollo tecnológico. No basta con crear Megaescuelas ó megacolegios cuando su distribución tecnológica y del cual somos testigos, se basa en 2 ó 3 salones con 20 computadores cada uno para una cobertura de 500 alumnos (as) en una sola jornada. ¿Habrá tiempo y el recurso humano y técnico necesario para el adecuado aprendizaje?
     Megacolegios donde se pone en marcha una emisora, pero por su espacio, su manejo delicado y el tiempo tan limitado de puesta al aire, es una herramienta de comunicación al servicio de los estudiantes de muy poco uso y desarrollo tecnológico.
     Cabe anotar, otras herramientas como el videobeam, tableros electrónicos, televisores en algunas aulas, equipo de sonido, que por su cantidad mínima que no pasa de tres unidades al servicio de los estudiantes, no contribuye con el desarrollo de las tecnologías en la aplicación de la enseñanza.
      La sociedad externa le está brindando mejores oportunidades a nuestros hijos y estudiantes en cuanto al manejo y tenencia de medios virtuales y tecnológicos, es decir EN LA CALLE CADA NIÑO Y NIÑA LOGRA TENER A LA MANO LA TECNOLOGÍA QUE QUIERE Y COMO LA QUIERA USAR. Como resultado podemos deducir que el alumno aprende mas por fuera que en el sitio educativo. Y el valor agregado de nuestra experiencia como maestros también se ve limitada por falta de un aprendizaje de las herramientas virtuales. Nos encontramos en LO QUE LLAMAMOS UNA brecha digital con los estudiantes. (SIN DECIR QUE TAMBIEN CON NUESTROS HIJOS).
Igualmente, la metodología de enseñanza también ha cambiado. Antes el profesor era el que sabía, era el centro de atención, por su experiencia profesional nos involucraba en el contesto social y nacional y el alumno era pasivo, el que escuchaba y después de un buen tiempo ponía en práctica lo aprendido.  Hoy en día el rol cambió. El alumno es el activo y constructor de su base del conocimiento. El profesor se convierte en el guía, en un asesor que ayuda al estudiante a encontrar el camino para su propio aprendizaje y para ello herramientas como el computador se convierte en su mano derecha donde puede trabajar, buscar y solucionar sus propios problemas.
      En una conclusión muy sencilla, debemos empezar a fortalecernos e iniciar como maestros la aplicación de las tics en nuestro quehacer diario. Dejar a un lado los miedos al sistema. Formar parte del aula de clase e involucrarnos con los jóvenes sin miedo a reconocer falencias en tics. Innovar nuestra labor pedagógica de lo tradicional a lo virtual, generar proyectos transversales para el buen uso de la tecnología y las comunicaciones en cada institución donde la parte directiva haga parte de ella.
      El desarrollo que tiene las tics en la sociedad y el interés y riqueza tecnológica que nosotros nos propongamos, lograremos llegar hacer el mejor país de América Latina en el uso de las tics en todos los ámbitos de la sociedad Venezolana y por ende en la educación.